En los primeros años del siglo XX la fotografía comienza a
tomar un nuevo papel como una forma de arte. Muchos cuando viajamos compramos
postales y en mi caso tengo unas cajas de zapatos llenas de postales que en mis
viajes compraba como recuerdos o que me enviaban los amigos. Hoy se envían
selfies indicando el lugar en el que estamos, y ya no se envían postales.
Xàbia, en la ribera mediterránea de la costa norte
alicantina, destaca por ser una de las primeras ciudades en ser fotografiadas y
uno de los que lo hizo fue Francisco Galiana.
Hoy podemos conservar la imagen de un lugar desaparecido por
una fotografía o por una postal. Pues bien, la casualidad hizo que Rafael
Poveda se encontrase en el rastro que cada sábado tenía lugar en Xaló con un
buscador de fotos antiguas que además llevaba una cámara. De esta forma, Rafael
conoció a los que publicaban aquellas postales que llevaban el nombre de
Hermanos Galiana.
Salvador Galiana Blanquer comenzó con las fotografías y
postales y fundó la empresa (Postales Hermanos Galiana) y su hermano Francisco
Galiana Blanquer sobre los años 60-70 empezó a ayudar a su hermano y continuó
hasta no hace muchos años haciendo fotografías para convertirlas en Postales.
Rafael Poveda, que comparte la introducción del libro Mirades
del Temps con Xavier Mollà Revert, califica a Francisco Galiana como un
fotógrafo social y como tal, nos ha mostrado su parte más humana y la gran
complicidad con la gente que retrataba, sin estropear la autenticidad y
franqueza de la instantánea.
Pero como paisajista, mantiene un gran paralelismo con el
fotógrafo social, gran amante de la naturaleza nos demuestra al más alto nivel
el compromiso con el paisaje y también con el paisanaje, es decir, con su
contenido humano.
Todos los hoteles, tiendas y quioscos desde Torrevieja a
Valencia disponían de esas postales, que el viajero (aún no había turistas)
compraba como recuerdo y tampoco teníamos una maquina a mano para eternizar un
recuerdo.
Rafael Poveda, que comparte la introducción del libro Mirades
del Temps con Xavier Mollà Revert, califica a Francisco Galiana como un
fotógrafo social y como tal, nos ha mostrado su parte más humana y la gran
complicidad con la gente que retrataba, sin estropear la autenticidad y
franqueza de la instantánea.
Pero como paisajista, mantiene un gran paralelismo con el
fotógrafo social, gran amante de la naturaleza nos demuestra al más alto nivel
el compromiso con el paisaje y también con el paisanaje, es decir, con su
contenido humano.
Todos los hoteles, tiendas y quioscos desde Torrevieja a
Valencia disponían de esas postales, que el viajero (aún no había turistas)
compraba como recuerdo y tampoco teníamos una maquina a mano para eternizar un
recuerdo.
Este libro es una edición similar al que se realizó para las
postales recopiladas de Callosa d’En Sarrià.
Es difícil encontrar fondos fotográficos para ilustrar muchas poblaciones, si
bien podemos ver las fototecas de algunas Instituciones donde encontraremos
fotos del pasado urbano y rural que nos ofrecen una mirada en el tiempo para
recordar.
He de agradecer la colaboración de Rafael Poveda y de
Joaquín Ronda de Callosa d’En Sarrià por sus aportaciones para poder mirar la Xàbia en el temps.
Juan Bta. Codina Bas
Artículo publicado en Javea.com
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