En la
actualidad, para el cambio de hora en primavera se establece cada año que a las
02:00 de la madrugada de un sábado se pase a las tres de la misma produciendo
que ese día haya una hora menos. Pues en el año 1582 se produjo un hecho
similar ya que el Papa Gregorio XIII, asesorado por el astrónomo jesuita
Christopher Clavius promulgó, el 24 de febrero de 1582, la bula Inter
Gravissimas en la que establecía que tras el jueves 4 de octubre de 1582
seguiría el viernes 15 de octubre de 1582. De esta forma ese día los habitantes
de Italia, Francia, España y Portugal se fueron a dormir para despertarse diez
días después, exactamente el día 15 de octubre.
Para evitar
desfases cronológicos, el calendario gregoriano establecía para el futuro que
solamente los años seculares que sean divisibles entre 400 serán años
bisiestos.
El calendario
gregoriano entró en vigor de inmediato en la Europa católica y luego se fue
extendiendo al resto de países. Las zonas protestantes no lo hicieron hasta
1700, Gran Bretaña hasta 1753, Japón en 1873 y la entonces Unión Soviética en
1918. Algunas iglesias ortodoxas aún se rigen bajo el calendario juliano.
La fecha del
Día del Libro
El Real decreto
307/1993 y la resolución de la Conferencia General de la UNESCO, máximo
organismo internacional en el campo de la cultura y la enseñanza, de 15 de
noviembre de 1995 declararon el 23 de abril Día Mundial del Libro y del Derecho
de Autor. En España ya dijimos que tal celebración se fijó en 1926 por
iniciativa de Vicente Clavel.
En el texto de
la declaración se especifica que se elige el día 23 de abril por coincidir en
esa fecha del año 1616 la muerte de Miguel de Cervantes, el Inca Garcilaso de
la Vega y William Shakespeare, máximos exponentes de la literatura en lengua
española e inglesa.
Al parecer, el
extendido error de creer que Cervantes y Shakespeare murieron el mismo día lo
cometió el doctor John Bowle, primer comentarista inglés de la obra cervantina.
Su difusión se debe a Víctor Hugo, que certificó esa aparente coincidencia al
final de su William Shakespeare, donde dice: “Murió el 23 de abril. Tenía ese
día cincuenta y dos años justos, pues había nacido el 23 de abril de 1564. Este
mismo día, 23 de abril de 1616, murió Cervantes, genio de la misma altura”.
No tuvo en
cuenta el autor francés que en 1616, en España regía ya la corrección del
calendario establecida en 1582 por el papa Gregorio XIII, en tanto que en
Inglaterra continuaba vigente el antiguo calendario juliano, atrasado entonces
en cerca de once días respecto del tiempo real. Sólo en 1752, la Cámara de los
Pares aprobó la proposición presentada por lord Chesterfield el 20 de marzo de
1751, en la que defendía que Inglaterra debía adoptar la corrección gregoriana
del calendario. De esta forma, en los dominios británicos el mes de septiembre
de 1752 sólo tuvo diecinueve días.
Por tanto, con
arreglo al calendario corregido, Shakespeare no habría muerto el 23 de abril,
sino el 3 de mayo de 1616. Así lo recoge Astrana Marín en su biografía del
autor inglés, donde puede leerse: “Y muere el martes 23 de abril de 1616 (3 de
mayo de nuestro calendario), diez días después de bajar a la tumba otro ingenio
de su misma talla, nuestro inmortal Cervantes”.
La muerte de
Shakespeare coincidió con la fecha, 23 de abril, tenida popularmente por la de
la muerte de Miguel de Cervantes. Sin embargo, en realidad Cervantes, aunque
fue sepultado el 23 de abril, había fallecido el día anterior. Por otro lado,
tampoco la muerte de Shakespeare y el entierro de Cervantes tuvieron lugar el
mismo día.
En realidad, la
muerte de Shakespeare tuvo lugar varios días después de la de Cervantes
(dependiendo de los autores, se fecha en el 3 o en el 4 de mayo del calendario
gregoriano).
En cuanto a
Inca Garcilaso de la Vega murió en Córdoba el 22 de abril de 1616, diez días
después de haber cumplido los 67 años de edad. Su cuerpo se encuentra enterrado
en la Mezquita-Catedral de Córdoba.
Así lo confirmó
también Carlos Mayoral, filólogo español y autor del libro 'Empiezo a creer que
es mentira', quien describe como 'mito, postureo y marketing' el hacer
coincidir las dos defunciones. En el caso de Valencia se celebra también desde
el año 2000 el Día del Llibre Valencià, fijado en el 20 de noviembre en la
fecha coincidente a la publicación de la primera edición de Tirant lo Blanc que
tuvo lugar en 1490.
Cervantes
recordó a esta obra en boca del cura de su Quijote, y la definió como un
«Tesoro de contento y mina de pasatiempos», así como, por su estilo, «el mejor
libro del mundo».
Para terminar,
nos unimos a Cervantes quien escribe "el que lee mucho y anda mucho, ve
mucho y sabe mucho".
Juan Bta. Codina Bas
Artículo publicado en Javea.com
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