Habitantes foráneos que han puesto a Xàbia en el candelero (15): La condesa Dorotea Ulla Malmignati, viajera y aventurera

 La condesa Dorotea Ulla Malmignati de acuerdo con los datos que nos ofrecen, Howgego (UK) y de Mariano Casas (de España) nació con el nombre de Dorothea Ulla von Lincke, alrededor del año 1883, en un lugar que ella identifica como «Stakowitch, cerca de Moscú. Fue enviada a Inglaterra para su educación y luego estudió en Alemania, donde adquirió conocimientos de francés, alemán, italiano, español, eslavo y árabe. Afirma que se casó en 1904 a los 21 años con el conde Molitor.


Poco después de casarse, viajó con su esposo por Argelia y acampó con los tuareg en el Sahara. En Argelia, perfeccionó su árabe. Posteriormente, pasó un tiempo en el África Sudoccidental Alemana [actual Namibia]. Durante

su estancia en el África Sudoccidental, la condesa exploró a caballo «con algunos jóvenes nativos», y mientras viajaba cerca de las montañas Karas, fue hecha prisionera por miembros de la tribu Ovambo. Fue liberada tres
semanas después, donde su tío, el general Lothar von Trotha, que era gobernador desde junio de 1904 hasta noviembre de 1905, envió un grupo armado de rescate. Su marido, el conde Molitor, falleció alrededor de 1910.

Durante el año siguiente, la condesa estudió enfermería en hospitales de Wisbech, Alemania, y durante un breve periodo asistió a una universidad misionera evangélica alemana. La condesa es conocida entonces como la condesa Molitor.

En 1917, cuando envió a Francis Miller varias cartas en las que relataba sus viajes, llevaba varios meses viviendo en Cartagena (España), donde declaró haber sido atacada por un «gran delfín» mientras nadaba en el mar. Intentó subirse a su lomo, pero el delfín se volvió contra ella hasta que «un oficial de la fortaleza» lo mató de un disparo. En algún momento entre 1917 y 1922 se casó con el conde P. Guerrini Malmignati, «un distinguido oficial de caballería italiano.

Hacia 1922, el conde y la condesa partieron de París hacia el sureste de España. En ese viaje uno de los amigos del American Women’, Club de París o del «Victoria Club» de España aseguró que los españoles estaban cansados de aguantar a los mendigos y el marido de la condesa hizo una apuesta comprometiéndose a recorrer con su esposa un determinado trayecto sin más recursos que los que consiguieran por la mendicidad.

Relato recogido de la publicación Lectures pour tous: revue universelle et populaire illustrée, de los meses de septiembre y octubre de 1932





 Una noche salieron como dos vagabundos sirios que huían de los turcos, él con un saco y un báculo y ella con un saco y una guitarra. Vagaron por el sur de Valencia y el este de Murcia.

En este viaje el recorrido se inicia en Torrevieja, la ayuda de un carabinero, permitió a la condesa reparar su guitarra. Al día siguiente llegaron a una masía donde había ocho campesinos comiendo y bebiendo que al ver que el marido de la condesa iba muy bien rasurado le pidieron que los afeitase a todos, incluido un vejete ochentón con una rugosa faz. Cada uno pagó con una moneda y les agregaron un soberbio melón y medio pan.


Pasaron dos días descansando en la desembocadura del rio Segura. Cuando iban a Santa Pola el marido se lastimó en un pie por lo que tuvo que reponerse en una casa de campo. En el camino vieron un local donde la condesa con sus danzas le reportaron diez y ocho pesetas.

 Llegaron a Alicante en el que vieron la avenida con palmeras, el mercado y el castillo de Santa Bárbara. En Alicante se vieron atraídos por la fama de Elche donde se percataron de un dialecto distinto al valenciano que mostraba ser el murciano. Allí vieron la famosa palmera del Cura. Regresaron a Alicante y al día siguiente pasando por San Juan llegaron a Campello.

En Campello toparon con una guardia de voluntarios llamada Somaten que recelosos al principio les organizaron un concierto en el que el matrimonio ganó cuatro pesetas. Yendo hacia Villajoyosa tuvieron un encuentro en Sella con un carabinero que ya había oído hablar de ellos y les invitó a ir a su puesto y les obsequiaría con una verdadera paella valenciana y tras ella jarana con una sesión de bailes regionales.

Al día siguiente llegaron a Calpe donde unos pescadores compadecidos de los caminantes, les ofrecieron parte de su almuerzo y a la condesa le tocó un tentáculo de pulpo que aunque le producía horror acabó comiéndoselo y luego ¡Un trago de aguardiente!…


Con lo andado hasta ese momento ya habían ganado la apuesta, pero se quedaron a dormir en la playa, junto a una barca. Era principios de octubre y a media anoche se puso a diluviar. Al día siguiente siguieron caminando y encontraron una caravana gitanesca y circense que venía de Triana (Sevilla) en ruta a Valencia donde iban a encontrarse con otros de su tribu y dos de las jóvenes iban a casarse. Cómo llovía aceptaron parte de la jornada la hospitalidad en el carromato de los cañís titiriteros pero cuando cesó la lluvia abandonaron la carreta y reemprendieron la marcha a pie.

A llegar a Jávea se encontraron con los amigos bohemios y se ofrecieron a dar un concierto que les valió tres pesetas. Siguieron a Denia donde entre otras cosas subieron por un camino escarpado a una colina donde la visión que desde la cima tenía les recompensó ampliamente de su esfuerzo.

El resto del viaje les llevó a Gandía, una goleta les acerco a Calpe, de allí a Crevillente, Albatera, Cox, Callosa, Orihuela donde al coger el tren los viajeros les dieron pecunio para que pudiesen ir hasta Murcia. El viaje duró cuarenta y tres días. A la vuelta la condesa y el marido acudieron al club Victoria Club para dar cuenta del viaje y donde dieron un último concierto.

La condesa falleció en noviembre de 1930. Aunque la referencia a Jávea solo ocupa tres líneas en el extenso relato del viaje, el hecho del dibujo del carromato de los titiriteros y su presencia en Jávea donde pudieron montar un espectáculo y conceder a la condesa la posibilidad de dar un concierto, es importante por el medio en que se publicó el relato ya que era en una publicación popular e ilustrada de fácil acceso con aspectos culturales, históricos y de actualidad.

 Juan Bta. Codina Bas

Artículo publicado en Javea.com 

Bibliografía

  • Malmignati, condesa Dorothea Ulla (c. 1883-1930), viajera y aventurera.
  • Notas biográficas basadas en la investigación de Ray Howgego (Reino Unido) y Mariano Casas (España).
  • Texto de Ray Howgego: http://www.rayhowgego.co.uk/malmignati.htm
  • Almela y Vives. ‘La apuesta fue porque un día… Dos falsos mendicantes por tierras valencianas’, Valencia Atracción. Diciembre de 1932.
  • Lectures pour tous: revue universelle et populaire illustrée, Septiembre de 1932, págs. 96-103.
  • https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k6132800n/f1.image
  • Lectures pour tous: revue universelle et populaire illustrée. Octubre
  • de 1932, págs 93-102
  • https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k54205326/f3.image"Source gallica.bnf.fr / BibiohrBibliothèque nationale de France&quot

 

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